“L'humanité ne sera heureuse
que le jour où le dernier bureaucrate aura
été pendu avec les tripes du dernier capitaliste ».
que le jour où le dernier bureaucrate aura
été pendu avec les tripes du dernier capitaliste ».
Funciono a reacción.
Eso es lo que pienso. Eso es lo que me pasa. Esa es mi explicación. Tengo el no difícil.
Cada palabrita requiere el visto bueno de mi burocracia mental: aburrida y tosca; retorcida y sistémica. No quiere tomar decisiones si no tiene un guiño de ojo del otro lado.
¡Ni pensar en el fin! El fin para justificar los medios. Los medios son más importantes que el fin. La trama es más bella. En la trama se sufre, se nace, se esperanza, se crea, se destruye, se motiva, se deprime, se ata, se equilibra. El desenlace, sólo es el final. Si el fin fuera más importante, leeríamos sólo el último capítulo de los libros.
Yo vivo por y para la trama, no me importa como termine. Quien necesita la seguridad, el capital. Los capitalistas, los soretes que creen que se puede comprar todo. Yo no quiero comprar nada, mucho menos alquilarlo. Yo quiero que me inviten, que me abran la puerta para ir a jugar, que me digan: “Maestro, lo estábamos esperando, sírvase lo que quiera”.
Yo quiero derretirme en los labios de una mujer, yo quiero atormentarme en los labios; sacando la lengua. Sin pensar como termina el último capítulo. ¡Carpe Diem amigos! Quiero sentirme esa gotita que baja por la espalda de una mujer, cuando suda, cuando suda lento porque el amor-le-sube-la-temperatura-del-cuerpo.
Una vez fui esa gotita. Y fue lindo. Fue lindo sentir ese transpirar baboso y lento.
Pero no hay caso, no habrá felicidad posible, hasta que el último de los burócratas, sea ahorcado con las tripas del último capitalista…y por lo pronto: Ponganme nafta que sino no arranco.
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