Algunas conversaciones debieran hacernos sentir un
poco locos, presupongo. Digo conversaciones por tener que catalogar. Debiera
existir una palabra que no nos deje dudas. No tenemos en nuestro vocabulario una
palabra que nos indique un diálogo donde ninguna de las dos personas se presten
atención, o donde solamente una de las personas hable. Tal vez existe, y yo no
las conozcan.
¿De qué forma
puedo confiar en un mundo que no está dispuesto a enseñarme todas las palabras?
¿De qué manera se puede aceptar un mundo en el cual no nos permitamos el
derecho de inventar una palabra que defina inequívocamente algo nuevo, o algo a
lo que nadie le ha prestado demasiada atención? En resumen solo existen dos
tipos de personas: aquellas que están dispuestas a abandonarlo todo, y aquellas
que no, que prefieren conservar todo tal cual es, tal cual está. Lógico; porque
sacando todos los tamices, solo tenemos dos acciones: retener o abandonar,
dejar ir.
1 comentario:
Me encanta inventar palabras!
Menos catálogos (eso para Ikea) y más ruptura y fantasía!
Tu texto me ha parecido flambidástico (es un buen elogio :D)
Te dejo un par de enlaces sobre el tema. Uno de mi blog:
http://www.lacuerdadelequilibrista.blogspot.com.es/search/label/Vadur%20Diver
y otro del colectivo literario en el que participo
http://escueladeletraslibres.blogspot.com.es/2012/05/inventando-palabras.html
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