Hay que saber cuando retirarse.
Hay que saber cuando seguir subiendo la apuesta.
Pero, ¿hay que saberlo de antemano? ¿o ir descubriendolo minuto a minuto? ¿Hay que tenerlo planeado todo, detalle a detalle? ¿Quién es el que necesita tener todo bajo control? ¿Quién es el que se anima ir tan lento, que le permita tener todo bajo control? ¿Qué tan sabio era, aquella persona que afirmo: “Si tenemos todo bajo control, es señal de que vamos demasiado lento”?
¿Cuál es el límite? ¿Quién se anima a darle lugar a la suerte? ¿Qué lugar ocupa la suerte?
Es que acaso, no habrá un momento en la vida, en que aun a costa de tener la sensación de perder; hay que arriesgarlo todo. ¿Hay alguien que este dispuesto a desafiar su propio destino? ¿O será que su destino es desafiarlo? ¿Hasta que punto se es dueño y hasta cual se es victima de su propio destino?
Pues esto comienza asi: un ritual, una costumbre, una historia. Una mesa con paño verde, y cartas. Poker! Al estilo de Texas. Y amigos. Quien este dispuesto, debe comprender. Aquí se pierde, y se gana. En ocasiones se empata. Algunas veces, pasan muchas cosas, y otras nada. Quien acepte, que pase. Aquí hay lugar para todo: duda, certeza, seguridad, miedo, valentia, corbardia, pasividad, decisión. Al pasar por esa puerta, usted esta jugando. ¡Aun sin jugar! Quien mira, esta jugando, quien opina esta jugando. El que sólo vino a servir whisky, ¡esta jugando! ¿Comprende? Aquí se juega, hasta sin jugar. Vale todo, aquí el silencio se toma como respuesta, aunque sea las más canalla de las respuestas.
Luego esta en usted. ¿Qué tiene ganas de hacer?
Quiere mirar las cartas? O prefiere tener ese vertigo…prefiere jugar a ciegas. Se dice que el hombre, puede perder cualquier cosa, más nunca debiera perder la adrenalina.
Señores, la mesa se ha abierto. Que comience el juego…cualquier semejanza con la vida real, corre por su cuenta.
Hay que saber cuando seguir subiendo la apuesta.
Pero, ¿hay que saberlo de antemano? ¿o ir descubriendolo minuto a minuto? ¿Hay que tenerlo planeado todo, detalle a detalle? ¿Quién es el que necesita tener todo bajo control? ¿Quién es el que se anima ir tan lento, que le permita tener todo bajo control? ¿Qué tan sabio era, aquella persona que afirmo: “Si tenemos todo bajo control, es señal de que vamos demasiado lento”?
¿Cuál es el límite? ¿Quién se anima a darle lugar a la suerte? ¿Qué lugar ocupa la suerte?
Es que acaso, no habrá un momento en la vida, en que aun a costa de tener la sensación de perder; hay que arriesgarlo todo. ¿Hay alguien que este dispuesto a desafiar su propio destino? ¿O será que su destino es desafiarlo? ¿Hasta que punto se es dueño y hasta cual se es victima de su propio destino?
Pues esto comienza asi: un ritual, una costumbre, una historia. Una mesa con paño verde, y cartas. Poker! Al estilo de Texas. Y amigos. Quien este dispuesto, debe comprender. Aquí se pierde, y se gana. En ocasiones se empata. Algunas veces, pasan muchas cosas, y otras nada. Quien acepte, que pase. Aquí hay lugar para todo: duda, certeza, seguridad, miedo, valentia, corbardia, pasividad, decisión. Al pasar por esa puerta, usted esta jugando. ¡Aun sin jugar! Quien mira, esta jugando, quien opina esta jugando. El que sólo vino a servir whisky, ¡esta jugando! ¿Comprende? Aquí se juega, hasta sin jugar. Vale todo, aquí el silencio se toma como respuesta, aunque sea las más canalla de las respuestas.
Luego esta en usted. ¿Qué tiene ganas de hacer?
Quiere mirar las cartas? O prefiere tener ese vertigo…prefiere jugar a ciegas. Se dice que el hombre, puede perder cualquier cosa, más nunca debiera perder la adrenalina.
Señores, la mesa se ha abierto. Que comience el juego…cualquier semejanza con la vida real, corre por su cuenta.
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