Este mundo es irrasible, colérico, subjetivo, evasivo, dominante, poco permisivo e insensible. Dominarlo, parece imposible. Adueñarse de los petálos que suelta el silencio o del silbido que truenan las hojas que caen no es para cualquiera. Formar parte del suelo, sin ser el suelo es sólo para los persistentes. Se necesita alguien que piense demasiado o que no piense nunca. ¿Hay alguien en este mundo que este dispuesto a hacer algo totalmente inútil para si, a fin de manifestar belleza?
A este mundo, lo que le falta es equilibrio, pero hay que ir paso a paso, pestañazo a pestañazo, mano a mano; primero lo primero. Si podemos hacer equilibrio en un cordón, siguiendo el ritmo de una murga meláncolica, tenemos la primera batalla a nuestro favor. El resto es insistir. El resto es obra y gracia de nuestra resiliencia y tenacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario