…era linda piba, estaba sentada en un banquito
de plaza, deshojando margaritas con la angustia de quién tiene que decidir
entre dos cosas.
Retiraba un pétalo y afirmaba: “Me casaré
por amor”, luego retiraba otro y se corregía: “Me casaré por interés”, así
sucesivamente.
Me dio pena, demasiada,sí; me invadió ese animal absurdo de lentes que come zanahorias crudas. Entonces me le
acerqué y me permití darle un consejo.
-Discúlpeme, pero si tiene que decidir
entre dos cosas; le conviene tirar una moneda. Deshojar margaritas es muy lindo
como imagen poética pero es agresivo contra la naturaleza. Es lento y requiere
mucha atención. ¿Pensó en la cantidad de margaritas que arrancan por año las
damas dudosas? ¿Pensó en la cantidad de tiempo que se pierde entre la duda y la
acción?
Luego me fui, con pasos de murga. Creo que
ella se enojó y me insultó, imposible no poner aquella cara y no desearme otra
cosa más que una lluvia de soretes de punta. Suele pasarme, aún no comprendo si es
la forma o el contenido de lo que digo, pero sostengo que son ellas las que me
malinterpretan.
El amor es una mierda y mucho peor es la
duda, en cambio el azar…ah…eso es lo único que me puede salvar...