No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



viernes, 29 de junio de 2012

Alicia, los balcones, las ventanas y los pájaros. Preliminar.

Al mirar por la ventana se ve un poco el mundo. De igual forma por un balcón francés, cuyo nombre debiera parecernos un chiste.


Subjetividad, Alicia; solo ojos aburridos verían lo mismo una y otra vez. Abrí los ojos, como se abren los frascos; con fuerza o incluso forzándolos. Golpeate la córnea contra el borde de una mesa, o hace fuerza contra tus párpados envolviendo un repasador en tu mano.
La belleza es una manifestación de subjetividad, Alicia. Las ramas de los árboles que tapan el cielo, te bellacean los ojos. Nos bellacean a los dos. Ve belleza. Bebe belleza. Forza al mundo, agarralo del asa. Achina los ojos neutros, y miralo a lo oriental. Meditación transcendental. Mirar más allá del discurso, transponerse de tal forma que las palabras no funcionen como un obstáculo, o una restricción para el pensamiento.
No es lo mismo un balcón que una ventana. Y un balcón francés termina siendo una ventana hasta el piso. Un disfraz (lindo, muy lindo), para los que nos empobrecimos mirando las estrellas, porque lo bello es como el crimen, no paga.
Una ventana es para mirar al mundo. Un balcón es para invadirlo, ser parte sin compromiso. Y un balcón francés es la mentira que nos atormenta. Porque tenemos el remedio, pero nos quedamos leyendo el prospecto, debatiéndonos entre el asome y la invasión.
Alicia se asoma a la ventana; porque asomarnos por la ventana es lo que le da sentido a la misma. Una ventana es inútil sin nadie que se asome. No hay ningún riesgo en asomarse por una ventana. ¿O no?

viernes, 22 de junio de 2012

Alicia y las preguntas.


Habrá otras soluciones pensó Alicia, agazapada en la cama. Habrá otros mundos, otras canciones, pájaros que vuelan de otra forma.
Pero se aburría, y miraba el techo. Se preguntaba cosas luego.
¿Qué harán los techos cuando se aburren? ¿Miraran personas?
¿Habrá estrellas paranoicas que se sienten perseguidas por los soñadores?
¿La luna escribe poemas sobre poetas?
¿Es posible que un día se acaben las distintas combinaciones de sílabas que componen el universo de los sonetos? ¿Nos encontraremos ahí en el fin poético del Universo? ¿O haremos trampas inventando letras nuevas?
¿Cuándo alguien hace un truco de magia, llora un defensor del realismo?
¿Decir “sentimientos encontrados”, es lo mismo que “encontrar sentimientos”?
Las preguntas cuelgan del techo. Alicia: Vivir es algo que sucede. Un hecho involuntario, si uno no pone atención.

viernes, 15 de junio de 2012

Los hilos.

La luna se nos parece, che. Mitad tan clara, mitad oscura. Pensás en la luna  y en verdad no podés pensar en ningún color, porque hay un color que es color luna.
No me digas que es gris, porque no veo diferencias entre eso y clavarme un cuchillo en la espalda. Decime plateada, a lo sumo. Y sí, al final, es más fácil ser que parecer.
En fondo nos gustaría ser lunosos, y no lunáticos. Pero es lo más cercano que podemos estar. Pero nos contagiamos de esto que nos rodea, que nos dice que tenemos que aceptar que el tiempo le pertenece a los relojes.
Al final, solo nos queda un album de instantes fijos. Y lo único que podemos hacer es condensarlos, imagen a imagen, y unirlos con un hilito. ¿Sabés que es eso? Eso es literatura, pero también es recuerdo, es melancolía, es poesía, es aprender. ¿Donde está la diferencia? La diferencia está en ese hilo.
Eso, también, es la vida de los otros. Fragmentos de fotografías. Unidas por hilos. Imposible asimilar el verbo sino a través de fragmentos. Si no fuese por esos fragmentos, todo sería un realismo absurdo, destructivo.
¡Ay Mondrian!  El arte se volverá innecesario cuando estemos en lo real absoluto. Porque la creación siempre está ligada al ejercicio de pensar y, sobretodo, al ver que la luna se nos parece. Nada tiene que ver con lo absoluto. 
Donde habita lo real, no hay lugar para la magia. Yo sueño esos hilos. Salivosos, transparentes, invisibles, azules, verdosos, trenzados. Imaginarlos, sentirlos, transpirarlos. Anhelo esos hilos con la total perdida de solemnidad. Y que seamos así; enamorados de la luna, como los toros, abandónicos.
Hoy, que el mundo está sostenido por tus hilos, tengo un miedo lunoso, hermosamente lunoso, pero plural, muy plural.

jueves, 7 de junio de 2012

Res, non verba.



Y aquello de pensarlos amantes era tan raro como llamar músicos a quienes armaban cajitas musicales. Pero no importaba, porque los títulos no importaban, había que darle importancia a los verbos, a las acciones, no a los sustantivos o a los adjetivos. Res, non verba.

miércoles, 6 de junio de 2012

Invocación del sueño XI


Imposible dormir. Buenos Aires tampoco lo hacía, siempre estaba con sus ojos de faroles, de luces de calle, de hombres revolviendo basura y jóvenes gritando que el mundo sería siempre igual, que no habría lugar para un suspiro revolucionario o un golpecito de corazón que intentase cambiar el color del cielo. Pensando que era correcto que el cielo no fuese siempre celeste, que a veces debía ser gris. Como si hubiese un principio o reglamento de fundación de una ciudad moderna que le expropiaba la capacidad del azul del cielo. Nos conformábamos con el cielo de noche, cuando era imposible determinar el color del cielo, al menos en esos días que la luna, caprichosa y celosa, se mostraba poco para tener prestigio.

sábado, 2 de junio de 2012

Cielo.


El cielo es el punto más cercano entre dos lugares. Creo. Supongo. Sugiero. Escribo para jugar (como siempre, sin palabra no hay juego).
Quisiera decirte que mires el cielo, que es nuestro punto en común. Vos ahí, tan lejos, por la propia decisión tuya de estar así: lejos
Quise pensar que el cielo es igual es todos lados…y ahora no lo sé. No sé si el cielo es igual en todos lados. Sospecho que sí. Le habría sugerido a Dios que así lo fuera, si hubiese tenido la oportunidad.
Habría agregado algunas sugerencias más y un puñado (pequeño, tan pequeño que apenas quepa en una uña de bebé) de imposiciones. Al final de cuentas, la vida es una fuente de opresión pero también de poder de negociación para nosotros, los que nos disponemos a hacer uso y, de cuando en cuando, abuso. Dios fue el primer burgués del mundo. Sabía Él, sin nosotros no hay mundo, pero nuestros sindicalistas suelen ser tan idiotas y corruptos. Sin embargo, nosotros, el hombreletariado, le ponemos el hombro. Vivimos sin exigir, pensando que solo cuesta eso: vida.
Tal vez un día nos organicemos en serio. ¡Enseriamente! Piquetes celestiales, ofrendas a reglamento, huelga de rezos caídos. Yo le hubiese llevado la escalera a Machado para quitar los clavos.
El cielo es el mismo, me convenzo. Para todos, en todos lados. Lo que es distinto es el ojo. Teoría de las nubes filtrantes. Vaso medio lleno, vaso medio vacío. No importa el vaso, me importa el contenido. Me gustan los vasos con whisky, no con agua.
Wilde decía que todos estamos en el arroyo pero que solo algunos miramos las estrellas. ¡Qué lindo sería que mirásemos las estrellas! Aunque sea así, uno tan lejos del otro.
Sospecho que a este mundo lo controlan los colectiveros, los peajes, los ferroviarios y las empresas aeronáuticas, que nos ponen trabas para que estemos uno al lado del otro.
Estamos cerca, a pesar de todo. Nos une este cielo, a veces celeste, a veces negro plateado. Miralo, mirame, mirémonos…(linda).