No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



domingo, 5 de diciembre de 2010

¿Donde termina la espalda?

Yo sigo transitando la vida, no por el simple hecho de vivirla, yo: quiero vivir para tener anécdotas...yo quiero darme cuenta...yo vivo para darme cuenta...yo quiero-ver-si-es-tan-cierto, que la espalda termina donde termina.
Para mi la espalda, termina en una curva cósmica emancipada de silencio. Y tiene una luna anegrada en el costado izquierdo. SI SEÑOR! Una luna..bah, realmente es una media luna, pero eso es lo que vemos los idiotas, en realidad es una luna entera que esta medio ocultada/medio descubierta. Es una analogía con lo de hacer pis...porque permitanme decir que uno se la pasa haciendo pis todo el tiempo, el tema es que lo descarga cada tanto.
Volviendo a la luna. Yo la he visto, con mis propias manos. Creanme. Yo sólo miento por deporte, y como últimamente estoy en contra del deporte, supongo que digo la verdad.
Asi que esos aburridos que creen que la espalda es una acumulación de huesos y huesitos rodeada de carne, que termina en unas nalgas, no merecen respeto. La espalda es un continente, que tiene una media luna en el costado izquierdo, un tranvía ida-vuelta en el centro, dos mares de algodones en los bordes inferiores, barquitos y autos marrones repartidos y sobre todo, termina en una curva emancipada de silencio; por lo general. Porque hay espaldas que terminan en una montaña de gelatina, y otras tantas que no se, porque aùn no las he visitado.
Yo vivo para descubrir donde termina la espalda, y que hay ahí, donde la espalda dice final.
Y creanme, los aburridos que se convencieron que una espalda es una simple espalda, no saben lo que se pierden. Guardemos el secreto para nosotros.

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