No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



viernes, 18 de marzo de 2011

shhhhhhhhhh

Un secreto es una puerta sin manija. Una tierra sin mapa, un reloj sin agujas.
Destruye construyendo, y construye destruyendo. Es el espacio de tiempo entre el sistole y el diastole. Es la corporación del silencio.
Entra por las ventanas, se va por el hueco de las chimeneas, se posa en los árboles, los quietos, los que el viento se reusa a mover.
Nace en los desenlaces y crece, pero nadie controla su muerte. ¿Quien le da valor al secreto? ¿Quién le da su carácter?
Un secreto dispara angustia. Condena. Es un mochila llena de piedras, pesadas. Transpira entre los espacios del cuello y baja, hasta los pies. Se abre caminos entre la espalda, cortando paso entre las carnes.
Quien este libre de secretos, que tire la primera bala…¿o es que acaso, ya se disparo?

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