No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



lunes, 30 de julio de 2012

Las quejitas.


Alguien se quejó: ¿Cuándo voy a aprender que la gente no cambia?
Si fuese así, si la gente no cambiaría, tampoco cambiaría la persona que escribió, por lo tanto; nunca lo aprenderá.
Pero si la gente cambiase, la que escribió aprendería; por lo tanto también habría cambiado. Por lo tanto, se puede afirmar que la gente cambia.
He aquí un pequeño dilema, o una simple mentira. Uno aprende lo que quiere.

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