No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



viernes, 13 de mayo de 2011

Cuba libre.

Pues que al final, para ser un idealista, hay que mantener una idea en el tiempo. Sin importa que tan buena sea. Eso es romanticismo. Yo, soy un romántico. Yo me mantengo, yo aguanto. Si elegí, por algo será. ¿Qué no se que tan bueno sea? pues no me importa. Yo confio en mis fibras, en el impulso íntimo. ¿Qué soy una caja de sorpresas hasta para el más mismísimo yo mismo? Bueno, no me importa. Yo no distingo la terquedad de la necedad ni de la insistencia. Si quieren que no me tropiece con la misma piedra, córranla del camino.
El beneficio de la orilla es para el que reme, y yo remo. No me canso de remarla, nada de ver para donde me lleva la corriente.
Yo digo, que tanto ni tanto, el ron con coca, me parece una idea buenìsima, más aún si le agrego un poco de limón y hielo. Y yo, lo pienso seguir tomando así, guste a quien le guste, se llame como se llame, ¿cuba libre? Las bolas: Ron con coca, hielo y toque de limón.

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